jueves, 28 de junio de 2012

DIARIO DE UN CICLISTA


Egunon!!!

Dos días, sí, solo dos días para que comience una de las grandes citas del deporte junto con lo Juegos Olimpicos, nada menos que el Tour de Francia.
A pesar de que en los últimos años este deporte ha sufrido más de lo debido, todos los amantes de esta prueba estamos deseosos de ver pedalear a nuestros mayores ídolos.

Aqui os dejo una noticia que aparece hoy en el diario DEIA, sobre la semana previa de Haimar Zubeldia, que correra esta carrera por undécima vez.

ZORIONAK  ETA SORTE ON !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Diario de un ciclista

Zubeldia redacta para DEIA su día a día durante la última semana antes de afrontar el Tour, la carrera que corre por undécima vez y que prepara recluido en su casa de Jaca junto a su mujer y sus dos hija.

Cómo vive un ciclista la última semana antes del Tour? Lo cuenta Haimar Zubeldia en un diario que comienza a escribir el lunes 18 de junio, nada más regresar de tres jornadas de entrenamiento por los Pirineos con los compañeros del RadioShack. El primer día de la semana amanece Zubeldia en Jaca, donde prepara la carrera francesa acompañado de su familia, su mujer Josune y sus hijas Ane y Jule.

Lunes 18 de junio
A dormir en altura
"Hoy no ha sonado el despertador. No lo hace nunca los días de descanso. Es cuando dejo al cuerpo que diga lo que tiene que decir. Le escucho. Él me avisa cuando está recuperado. Ha sido a las 11.00 de la mañana. Para entonces, ya había movimiento en casa. Están las niñas y mi mujer por ahí. El desayuno ha sido ligero: té con miel y unos cereales. Hoy apenas he tenido hora y media de entrenamiento en compañía de Markel (Irizar), que tiene casa aquí al lado. Hemos ido con la bicicleta de contrarreloj, por eso de habituarme a la postura. Ida y vuelta de Jaca a Sabiñanigo con parada en una terraza para tomar una Coca-Cola y después de una comida ligera, la siesta con la pequeña, Jule. A la tarde he cumplido mi promesa y he llevado a las niñas a las barracas. De noche en casa he hablado, siempre lo hago, con mi preparador. Las cosas van por donde queremos. He descargado los datos del SRM (un potenciómetro) en el ordenador y se los he mandado. Luego, a la cama. Me acuesto solo, en una habitación separada donde duermo en una cámara hiperbárica que simula la estancia en altura, con menos oxígeno".

Martes 19 de junio
El pulsómetro, el SRM...
"Hoy sí ha sonado el despertador, a las 8.00. Era un día gris. Nos tocaban tres horas y media subiendo un puerto no muy duro cada uno controlando su umbral. Ahora, los ciclistas no quitamos el ojo del pulsómetro y el potenciómetro. Cómo ha cambiado todo. Recuerdo que hace once años, antes de debutar en el Tour, no usaba ninguna de las dos cosas. Entonces se entrenaba por sensaciones. Las mías, a dos semanas del Tour son buenas. Lo siento yo y lo confirman los datos de los aparatos. El preparador me dice que toda va bien, según lo previsto. Le he vuelto a enviar los gráficos del día por ordenador después de comer algo, no mucho porque he llegado tarde de entrenar y el cuerpo no está habituado a estos horarios. La tarde ha sido tranquila y gris. No hemos salido de casa y después de cenar y ver un poco la tele nos hemos ido a la cama, a dormir en altura".

Miércoles 20 de junio
En busca del equilibrio
"Esta de Jaca no es una concentración como las demás. Estoy centrado en el Tour, pero no es como cuando voy con el equipo, donde las horas pasan más despacio y no hay hueco para la distracción. Tampoco es como algunas de las temporadas que este mismo año he estado solo en Sierra Nevada. Eso es muy duro. Estar lejos de la familia es un sacrificio que a veces es necesario hacer. Ahora, no es el caso. Lo he hablado muchas veces con Markel y hemos llegado a la conclusión de que la vida en clausura de un ciclista tiene que tener, también, cierto equilibrio. Aquí, en Jaca, no entreno en altitud, pero, a cambio, tengo al lado a mi familia. ¿Qué me aporta eso de cara al Tour? Frescura mental. Con las niñas y mi mujer salgo del universo ciclista, me refresco y me oxigeno. En el ciclismo, el entrenamiento mental es tan importante como el físico.
Por lo demás, hoy el despertador ha vuelto a sonar a las 8.00 y tras el desayuno -pan negro con queso fresco y mermelada, cereales y té rojo con miel- hemos salido a la carretera. Tocaban series: en los últimos tres kilómetros de un puerto de 14 hemos simulado los ataques que me puedo encontrar en la montaña del próximo Tour. Era un minuto a tope y parar.
Era tarde cuando he llegado a casa. La comida ha sido sencilla: ensalada de tomate y yogur. La cena, más completa: ensalada y risotto en un restaurante en compañía de Markel y Amets Txurruka.

Jueves 21 de junio
"Los ciclistas somos egoístas"
"Otra vez arriba a las 8.00 y otro desayuno completo: pan, queso, mermelada, cereales, té... Entrenando hemos subido Cotefablo y Oroel, ambos a ritmo sostenido. Al final, hemos visitado el repecho de Jaca donde acaba una etapa de la próxima Vuelta a España. Tiene algo más de tres kilómetros, es estrecho y está plagado de herraduras. Es ideal para gente como Purito o Antón.
Hoy mi mujer ha hecho verduras para comer. Markel y yo hemos reflexionado varias veces de lo sacrificada que es la vida de la mujer de un ciclista. Ellas son las que se quedan solas en casa, con los hijos y todas las obligaciones, cuando marchamos fuera, que son unas cuantas semanas al año. Y cuando estamos, además, nos cuidan. Siempre llego a la conclusión de que los ciclistas somos unos egoístas".

Viernes 22 de junio
El ritual de la peluquería
"Es día de descanso y el cuerpo decide la hora de amanecer: las 9.00. A las 11.00 estamos en la carretera con la cabra. Mañana es la Quebrantahuesos y la carretera está llena de ciclistas que la van a correr. Muchos, son conocidos. En Sabiñanigo hemos quedado con uno de ellos, un ilustre: Txetxu Rubiera. Hacía tiempo que no sabía nada de él y me apetecía verle, aunque fuera solo un momento.
Los días previos al Tour están llenos de rituales. Hacer la maleta es uno de ellos, pero ninguno tan señalado como cortarse el pelo. Es una señal de que queda poco. Antes, cuando era joven, solía ponerme nervioso bastantes días antes, pero ahora no siento el cosquilleo del Tour hasta que viajo a la ciudad de salida y deshago la maleta en la habitación. Entonces soy consciente de que empieza el Tour".

Sábado 23 de junio
"Lo que no se ha hecho ya..."
"Hoy me he encontrado con un viajo amigo: Iban Mayo. Hacía años que no le veía y... ¡cuántos recuerdos de aquellos Tours! La gente del equipo todavía me suele preguntar por él. Hoy era uno de los últimos entrenamientos importantes. He subido un par de veces Panticosa. Por la tarde, he puesto un rato el documental que Txetxu Rubiera me regaló ayer. Es sobre su carrera deportiva. Se llama Vida de un gregario. Me ha entretenido. Por lo demás, el trabajo de cara al Tour está casi hecho. La experiencia me ha enseñado que a estas alturas se trata de conservar las piernas y quedarse con las buenas sensaciones. No es momento de pegarse grandes palizas. Lo que no se ha hecho hasta ahora...".

Domingo 24 de junio
Estoy listo para el Tour
"Último esfuerzo en el Portalet. Series y demás. Ya está, estoy listo para el Tour. Las sensaciones son buenas, muy buenas, y siento que tengo chispa. Estoy fino, peso 67 kilos. De todas maneras, hasta que no dé la primera pedalada en Lieja no sabré dónde estoy. Mañana vuelvo a Zarautz, a casa y de allí, a Bélgica. Esta es la peor semana del año. Se hace larga y aburrida, pero conviene no distraerse, sobre todo con la comida. Es el momento de llenar el depósito con glucógeno y alimentos como la pasta y el arroz, que se consumen más de lo habitual. Aprovecho esta última semana para despedirme de los amigos, de mi mujer y mis niñas, pero mentalmente ya no estoy aquí, sino en Lieja, en el Tour".

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